Lo que tenés que saber sobre el monóxido de carbono (CO) cuando viajás

Acerca del monóxido de carbono

El monóxido de carbono es un gas tóxico que puede ser producido por aparatos domésticos comunes. Es un gas invisible, inodoro e incoloro que se produce cuando los combustibles (como gasolina, madera, carbón, gas natural, propano, petróleo y metano) se queman de forma incompleta. Lo pueden producir aparatos de combustión que suelen estar dentro de las viviendas o cerca de ellas, como autos, hornos, estufas, calentadores de agua, calefactores pequeños, cocinas y secarropas.

Atención: Los niveles de monóxido de carbono elevados pueden ser mortales.

Cuando viajes, llevá un detector de monóxido de carbono portátil

Si te alojás en lugares que no conocés, siempre es una buena idea actuar de forma proactiva y tomar precauciones. Los detectores de monóxido de carbono no son habituales en muchas partes del mundo. Las leyes que exigen su uso varían en función del país, el estado e incluso la ciudad. Por eso, te sugerimos que lleves uno en la valija. La mayoría de los detectores de monóxido de carbono son de tamaño chico y se pueden agregar en la valija sin problemas. También están disponibles los detectores de doble uso, que detectan la presencia de monóxido de carbono y de otros gases, como el gas licuado de petróleo (GLP), el propano, el gas natural y el humo.

Los detectores de monóxido de carbono activan una alarma cuando hay grandes niveles de este gas en el aire para alertar a todo el mundo y evitar peligros. Si la oís, salí al aire libre y llamá a los servicios de emergencia locales para pedir ayuda. No vuelvas a ingresar al alojamiento hasta que el personal de emergencia confirme que es seguro hacerlo.

Obtené más información sobre la intoxicación por monóxido de carbono y consejos para la manipulación del GLP.