Cómo mejorar tu rutina como anfitrión a partir de las evaluaciones

Las evaluaciones positivas te ayudan a descubrir qué es lo que más les gusta a los huéspedes de tu alojamiento Y, aunque sean menos divertidas, las negativas pueden ayudarte a convertirte en un mejor anfitrión. A partir de la primera evaluación que recibas, podés aprovechar los comentarios para mejorar.

“Los comentarios son muy importantes”, explica Juliette, miembro del Consejo asesor de anfitriones en Nairobi, Kenia. “Se trata de un negocio práctico, es normal que haya imprevistos. Las evaluaciones dicen mucho y, por eso, es importante que te tomes un momento para revisar tu anuncio siempre que puedas”.

Las evaluaciones generan confianza en la comunidad y ayudan a impulsar tu negocio. Qué podés aprender a partir de las evaluaciones:

• Leé todas las evaluaciones y comentarios privados de los huéspedes.

• Sacá ideas de las evaluaciones positivas para mejorar tu anuncio. Por ejemplo, si un huésped menciona que le gustó lo equipada que tenés la cocina, incluí fotos para que tus futuros huéspedes lo tengan en cuenta. Has podés citar la evaluación en el pie de foto.

• Usá las evaluaciones negativas o cualquier comentario o mensaje privado como una oportunidad para mejorar tus servicios o actualizar la descripción de tu anuncio. También considerá la posibilidad de responder públicamente para demostrar que te preocupás por los comentarios que recibís.

En lugar de incluir muchos detalles en los anuncios, los buenos anfitriones se esfuerzan por ofrecer una hospitalidad excelente en cada estadía. “Siempre trato de prometer menos y ofrecer más para que los huéspedes no presten tanta atención a problemas menores”, explica Max, Superanfitrión en Bongaree, Australia.

Por ejemplo, podés usar los comentarios de esta manera:

• Si, en una evaluación, un huésped menciona que la calle es un poco ruidosa, actualizá la descripción del anuncio explicando que puede haber algo de ruido de la calle (para prometer menos).
• En el momento del check-in, preguntales si quieren tapones para los oídos o una máquina de ruido blanco (para ofrecer más).

Si mencionás los posibles problemas de frente, es más probable que atraigas a huéspedes que se adapten mejor a tu espacio y evites evluaciones negativas.

“La gente nos escribe para contarnos que tuvieron una experiencia increíble, pero también nos dicen en qué podríamos mejorar o cómo brindar más comodidad”, comenta Keshav, miembro del Consejo asesor de anfitriones en Nueva Delhi, India. “Nos tomamos muy en serio esos comentarios. Aprendo mucho cuando charlo con huéspedes reales”.

Comunicate con los huéspedes después del check-in para avisarles que estás disponible si tienen alguna pregunta o surge algún problema. Acá van algunos consejos:

• Usá la herramienta de mensajes programados para comunicarte con los huéspedes en momentos clave, como la reserva, el check-in y el check-out.

• Después de la primera noche, preguntales cómo va su estadía y si necesitan algo. En las estadías más largas, te recomendamos que les escribas más o menos una vez por semana.

• Si los huéspedes te avisan de algún problema, resolvelo de inmediato. La mayoría de los huéspedes entiende que pueden surgir inconvenientes, siempre y cuando te esfuerces por resolverlo rápido.

“Siempre me tomo el tiempo de escribir una respuesta a cada evaluación, ya sea buena o mala”, explica Omar, Superanfitrión en la Ciudad de México. “Tus próximos posibles huéspedes las van a leer”.

Omar agrega que los comentarios de un huésped sobre la temperatura del agua lo llevaron a solucionar el problema. El mismo huésped regresó ocho meses después para otra estadía. “Siempre hay que tener en cuenta las evaluaciones constructivas”.

Si leés atentamente las evaluaciones, podés mejorar como anfitrión. “Recibir una evaluación negativa es algo que puede pasar, pero no es el fin del mundo”, afirma Alessandro, anfitrión en Lombardía, Italia. “Analizá el motivo de la evaluación negativa y tomá medidas pertinentes”.

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